martes, 28 de abril de 2009

Yo, con helado.

A la medianoche la lista se hace más larga, y lo único que parece tener algún efecto "sanador" en mí, es esta taza de helado de chocolate que me como mientras escucho televisión, para no escuchar las voces en mi cabeza. 

lunes, 27 de abril de 2009

Yo, sin razones.

Hoy a las cinco de la tarde caminaba por los alrededores de la universidad y entre mi malestar físico y el viento frío, pensaba en lo triste que me sentía. Entré a Starbucks y me compré un latte extra caliente, me tomé las pastillas que ya me tocaban, me senté en una esquina, lo más alejada posible de la gente y mi mirada se perdió en el vidrio que daba hacia la calle. Traté por un instante de no pensar más y todo se desenfocó, el tiempo se detuvo dentro de mí y yo estaba ahí: sin moverme, aislada, en blanco... Por un momento lo logré, pude no pensar más en mi tristeza sino solamente sentirla y me di cuenta de que lo necesitaba más de lo que pensaba. 

Hace varios días me sentía bien. No había pasado nada extraordinario, pero yo me sentía bien, feliz. Ahora no es así. Ahora no me provoca sonreirle a todo el mundo, ni involucrarme en todas las conversaciones, ni hacer más allá del trabajo que estrictamente me corresponde. Ahora prefiero vestirme de colores oscuros, no ponerme ni polvo en la cara y estar sola. Y ya no analizo las razones de mi tristeza, ya lo hice. Las causas las conozco, podría hacer una lista ahora mismo, pero no me da la gana. No quiero explicarme, no quiero analizarme. Solamente quiero sentir lo que tenga que sentir, por el tiempo que lo tenga que sentir y que las cosas tomen su curso (y ojalá eso signifique que se resuelvan). Mientras tanto quiero seguir con el botón que dice "pausa" apretado y quizás, contar con un par de oidos, unos ojos y una voz que no me juzgue, que no me pida razones, que no me diga lo que tengo que hacer para estar mejor, sino que me malcríe al extremo, que esté, y que comprenda que así como soy maravillosa, estoy llena de defectos y que uno de esos defectos es pensar que hay ciertas cosas que a mí no me van a pasar.

- Disculpa, esta silla está ocupada?
- No, la puedes tomar. 

Y así me sacaron de mis no pensamientos, las voces se empezaron a escuchar, las cosas a mover y mis ojos volvieron a enfocar. Me paré, les dí la mesa. Yo tenía que seguir caminando y eso hice. El café lo boté. Al parecer no todo el mundo se detuvo. Mi latte se había enfriado. 


viernes, 24 de abril de 2009

A premise.

I will not settle for anything less than butterflies. 

domingo, 19 de abril de 2009

Guiding Light.

Mis ojos están cubiertos por un pañuelo y tú me llevas por la calle, entre la gente. No veo nada. Estoy en tus manos. Un segundo después, estamos en la orilla de la playa, vestidos con ropa de invierno, desde el mar se escucha la ópera y tú controlas el volumen con el botón de tu reloj. Bailamos. El viento sopla. Tú me cubres para que no me de frío. Estoy en tus brazos. Una luz muy intensa nos ciega por un instante y aparecemos en una habitación llena de mantas de colores que guindan desde el techo. Jugamos a escondernos. Reímos. Tú me encuentras. Yo te digo: "Sientes esta fuerza que nos atrae? Sientes el magnetismo entre nosotros?". Tú me dices: "No eres una casualidad en mi vida. Yo siempre te vi en mis suenos". Nuestros labios se tocan. Despiertas. Abres los ojos. Te sientas. Suspiras. Volteas. Me ves. A tu lado estoy dormida. Me contemplas. Te acercas a mí. Abro los ojos y te digo: " Y tú siempre estás en los míos". Me besas. Te beso. Nos acurrucamos. Me atrapas. Te atrapo. Dormimos.

viernes, 17 de abril de 2009

Random Conversations.

- ... And what's your favorite type of dance?

- My favorite type of dance? Ah... It's like... Like when I have 3 or 4 drinks and I can totally dance like a whore.




jueves, 16 de abril de 2009

Hacer lo que me gusta me hace feliz.

Me había preparado para ese día con semanas de anticipación. El guión me lo dio Vitor desde el principio y me dijo: "Chica, I wrote this with you in my mind". Sin haberlo leído, sospechaba que me gustaría, porque chico y yo tenemos gustos bastante similares y por ahí ya estamos conectados. Lo lei y me gustó. Bastante. Empecé todo el proceso de análisis y desgloce de guión. Era un guión corto, de cuatro páginas. Locaciones: dos. La cocina y la sala. Una escena sobre una pareja joven que trata de asimilar y aceptar las consecuencias de un error del pasado, mientras una gran ironía de la vida los pone a prueba.

Mis actores serían piezas claves. La escena funcionaría o no dependiendo de mis actores. "Your film will be as good as the least acomplished of your actors", me repitió hasta la saciedad mi gran profesor de Guión y Direccion, Michael Braverman. Me reuní con Chico para conversar sobre el guión. No soy como esos directores que una vez con el guión en sus manos, se olvidan de que existe un escritor y desechan completamente lo que éste tenga que decir. A mi me importa escuchar al escritor, aunque luego, en el set, yo tome, evidentemente, las decisiones que considere mejores y haga cualquier cambio que funcione mejor para la historia. Chico y yo conversamos, comimos, bebimos y terminamos metidos en Victoria's Secret (pero eso es parte de otro post).

Luego empezó mi búsqueda por los actores. Tenía a algunas personas en mente que resultaron maravillosos para el proyecto. Hice toda la pre-produccion y muy pronto llegó el día de rodar. Parte de este reto era rodar un guión de cuatro páginas en seis horas. "Es posible", pensé. He ahí un grave error. Nunca, jamas se debe pensar que algo es fácil, bueno, yo no pensé que era facil, pero sí bastante posible.

La cuestión empezó así el dia antes del rodaje: "Tanyluz, you're gonna have to be done by 5:15, because the Epidemic Film Festival starts tonight, and I have to attend as a one of the Motion Picture Program directors". Cosa que significaba que yo tendría 45 minutos menos para rodar que el resto de mis companeros. CORTE A: día de rodaje, Tanyluz organiza algunas cosas en el set. "Tanyluz, Mr. Eduardo is going to be at least an hour and a half late, he's stucked in traffic". Sin Eduardo la clase no puede empezar, obviamente, porque él es el profesor de los alumnos que tomamos Dirección 2. Eso significaba que a los 45 minutos tenía que sumarle el tiempo que Eduardo se tardara en salir de la 101. "Don't freak out", pensé. Ya, de una clase de 6 horas, me iban quedando como 4. Una hora por página... Ese es un cálculo estupido, idiota e ingenuo. Así que no me servía para nada.

Eduardo llegó, pero mi actor no. Yo había llegado super preparada y de pronto todas estas cosas empiezan a suceder. "Everything that can go wrong, will go wrong", recordaba yo las palabras de Mr. Braverman. Finalmente, empezamos a rodar casi una hora más tarde de la hora que tenía prevista. Fue entonces cuando empezó la magia: dije "acción" por primera vez y una extraña tranquilidad se apoderó del set. Yo sabía lo que quería, lo sabía. Mi DP entendió perfectamente el mood de la escena y la motivación de cada una de las tomas. Todo el crew trabajó de una manera armoniosa. Les hice algunos ajustes a mis actores y el resultado fue muy bueno. La escena se enriquecía en cada toma y cada vez le agregábamos más capas de subtexto, a veces motivado por detalles tan sencillos como la forma como el personaje colocaba el regalo dentro de la bolsa, o la duración de una pausa antes de decir determinada línea, pero que generan un cambio muy significativo.

Terminé mis tomas y aún me quedaba algo de tiempo, así que me divertí un poco con el Dolly y algunos inserts, aunque a mí me encantan las tomas largas, y por eso tendré un corte de la escena en una sola toma y otro corte en el que utilizaré todas o casi todas las tomas que hice.

A las 4:30 de la tarde rodamos The Martini Shot y terminé a las 4:45 (media hora antes de mi límite).

Llegué a casa en la noche sintiéndome físicamente agotada y muy feliz. "Destroy me", le dije a Eduardo cuando finalizamos el rodaje. "You mastered it. You did an amazing job", fue su respuesta. Chico, que estaba atrás viendo el monitor, porque él es también Script Supervisor, venía regularmente con los reportes: "Oh, my God, they are all complimenting you. You are f... amazing, chica". Le encanté a todos, y sinceramente, eso me encantó. Ya en mi apartamento descubrí que no hay nada como llegar a casa después de un día intenso de rodaje, tomar una ducha caliente, empañar los espejos del baño, ponerte tu pijama roja y ver películas en tu cama, mientras te tomas una copa de vino rojo, acompañado de galleticas con queso.

I just love it.

domingo, 12 de abril de 2009

More sexy, please...

San Francisco es una ciudad famosa, entre otras cosas, por su clima agradable todo el año. Aquí no cae nieve, ni llegan huracanes. En el mes de abril ya se empieza a ver en la calle a gente mostrando piel. Mucho más que en noviembre y diciembre, por ejemplo. Junio, julio y agosto son los meses más calurosos. Ya me ha tocado estar aquí durante dos veranos y yo, tengo que decir con toda sinceridad, que me muero del frío todo el año. Yo sé lo que es el frío, por un tiempo viví en New York y sé cómo es el invierno. Pero yo nací en Venezuela y viví en la Isla de Margarita durante 12 años. Entonces, para mí, hasta el verano San Franciscano es sinónimo de bufandas, sobretodos y calentadores negros.

Es la 1:30 de la tarde, voy caminando por Market Street, espero la señal para cruzar la calle, y frente a mí veo un par de tacones rojo intenso, son finos y de al menos 8 centímetros. Sobre ellos, unas piernas delgadas, bien formadas y largas. Esta mujer derrocha sensualidad. Viste una falda corta color crema y un top rojo, del mismo tono de los zapatos. Su cabello es largo, sus uñas rojas y su maquillaje perfecto. Mientras tanto, yo estoy detrás de ella con mis jeans, mi camisa blanca, mi sobretodo gris, mi bufanda vino tinto y mis lentes negros. La veo y pienso: "Yo quisiera poder ir por Market Street con algunas de mis faldas o vestidos lindos, sin que la piel se me erizara del frío y sin que las uñas se me pusieran moradas". Pero, no, qué va, es imposible. No sólo estas mujeres van por ahí en mini faldas y camisitas, sino que también son capaces de pasar todo el día montadas sobre unos espectaculares tacones rojos. Si yo tuviera que irme un día en tacones a la universidad, regresaría arrastrándome hasta mi casa, rogando por un masaje en mis piecitos. A veces pienso que estoy fuera de forma y que debería simplemente montarme en mis tacones y aguantarme la molestia.

Al menos no estoy sola en esto. Mis amigos hermosos de Latinoamérica están en la misma situación. Entonces vamos todos por la calle, muriéndonos del frío y preguntándonos cómo demonios hacen esas tipas para ir por ahí enseñando la piel. Creo que ya entendí que para mostrar tengo que esperarme a ir a Venezuela o a cualquier otro lugar que no me hiele la piel. A no ser que me lo aguante... Creo que un intento vale la pena.

viernes, 3 de abril de 2009

Cosas que no me gustan (o que odio, en algunos casos) (Actualizado).

La gente que se hace preguntas a sí misma en voz alta y las responde.

Las fotos de embarazadas todas iguales: con pareos, alas, flores, siempre iguales. Cuando yo tenga hijos me tomaré fotos sólo en blanco y negro, y desnuda.

El olor del ascensor del Bart. Una vez lo tuve que tomar y quería lanzarme. No sé por dónde, pero quería lanzarme.

La hora loca de las bodas. Siempre con el mismo programa: El mismo trencito, "vamos a la conga" sonando (Dios, hasta cuando) y los mismos sombreros y antifaces idiotas.

Mi cabello cuando lo peino.

La gente que no termina de entender que los verbos en pasado no se conjugan con "S". No es "llegastes" es "llegaste".

Las pecas de mi cara.

La gente que pide cosas en lo que se enteran que uno se va de viaje.

El pegoste que se forma en mi piel cuando voy a la playa con el protector, la arena y el calor.

Los pantalones con palabras como "sexy" en el trasero. O mejor dicho, pantalones con cualquier palabra en el trasero.

El cafe gringo. Asqueroso. Tengo que aceptar el robo diario de pagar 2.65 por un tall latte de starbucks.

Las personas que nombran sus fotos de facebook con una letra minúscula y otra mayúscula. Ejemplo: DoMiGo De PaSeo. I hate it.

El olor a carne a las 6 de la manana. Despertarse con ganas de vomitar no es agradable.

Los mesoneros (as) que te obligan a comer o tomar lo que ellos quieran: "why don't you try an extra shot in you coffee?". Because if I wanted it, I would have asked for it, you moron. En una oportunidad me fui de un restaurant porque el mesonero no me dejaba comer lo que yo quería.

Los zapatos que tienen un mini tacón de un centímetro. No los entiendo.

La gente que te dice que estás raquítica cuando has rebajado dos kilos y que dicen a tus espaldas que pareces una vaca cuando engordas esos mismos dos kilos.

El dequeísmo.

Una falda rosada con una chaqueta roja.

Sólo me aguanto los terremotos de mis sobrinos y de mi ahijada, de resto, cuando veo a un niñito haciendo lo que le da la gana, me provoca contarles una historia de terror.

Relacionado con lo de arriba, no soporto a los padres que porque tienen hijos creen que el resto del mundo tiene que calarse las malcriadeces de sus niños. Me llama la atención ver cómo se vuelven inmunes a los gritos, las correderas y los desastres. Si no los pueden controlar, no los saquen. O al menos no donde esté yo.

Las mujeres que tienen una lista de todos los hombres con los que van a tener algo. What's the euphemism for slut? I hate euphemisms. And I hate sluts.

Los mensajes anónimos. En especial los mensajes que vienes dejando en mi blog, y que no publico, desde hace días. Si me vuelves a escribir todo eso con tu nombre al final, lo publico. Pero tú no eres capaz de eso. Cobarde.

Esto continúa...

Abril 5, 2009:

La gente que dice: "Ay, ya tienes una bebecita, no te olvides de buscar la parejita, no dejes pasar mucho tiempo para que crezca jugando con su hermanito".  En primer lugar, dejen de meterse en la vida de la gente. No soporto cuando alguien se entromete en mi vida para preguntarme si tengo novio y cuando respondía que no tenía, me lanzaban esa mirada de lástima y compasión, cuando se la podían muy bien meter por el trasero. Tampoco soporto cuando después de tener novio, empiezan con el fastidio de: "cuándo te casas?". Señor, me caso cuando me de la gana, mañana, o dentro de veinte años. Y finalmente cuando te casas, te obligan a tener hijos, bueno, no a tenerlos sino a "buscarlos". Buscarlos dónde? En un escaparate? Debajo de la alfombra? Qué demonios es eso de "busca la parejita rápido"? En qué bolso se me perdieron mis hijos que tengo que ir a buscarlos? God...