lunes, 21 de septiembre de 2009

Repeticiones diarias.

Camino. Estoy cansada. Me siento en un banco en el medio de la ciudad. Necesito tomarme un momento. Parar. El sol me quema la cara y las manos. Se me pierde la mirada y recuerdo lo que le dije ayer a una persona muy amada: "Tú piensas en función de los demás. Piensas en ellos antes de pensar en ti. Te preocupas por los demás antes de preocuparte por ti. Piensas en las cosas que puedes hacer para hacer felices a los demás, antes de pensar en qué es lo que te hace feliz a ti". 

Luego, cuando nos damos cuenta de que los demás (por más que nos amen) no piensan de la misma manera, que ellos sí ven primero por ellos y luego por el resto, que ellos sí anteponen sus necesidades a las de los otros, que ellos sí piensan en lo que los hace sentir bien antes de pensar en lo que hace sentir bien a los demás, duele. Duele porque es una persona que amas, por quien tú ponías tus deseos on hold, sólo para satisfacer los suyos. O quizás no te olvidabas completamente de ti, pero nunca estabas en primer lugar. 

Error. Ve primero por ti. Piensa primero en ti, en lo que te provoca a ti y en lo que no te da la gana de hacer. Después piensa en los demás. Si los intereses, los deseos y las ganas confluyen, bien. Sino, nunca decidas olvidarte de ti. Porque los demás no se olvidarán de ellos.

Todos deberíamos pensar en esto con frecuencia, porque fácilmente se olvida. Y luego, el recordatorio, no es agradable. 

jueves, 17 de septiembre de 2009

Estaremos todos destinados a ser felices?

martes, 8 de septiembre de 2009

Algunas cosas que aprendí en Las Vegas.

1. Te bajas del avión y puedes empezar a jugar antes de buscar la maleta si te da la gana. 

2. Existe algo llamado Casino Massage. Consiste en una tipa que te da masajes con cara de amargada, mientras tú sigues jugando y perdiendo dinero. La cara de amargada no se la verás, porque tú seguirás concentrado en el juego. El masaje te relaja para que puedas seguir gastando mientras tus músculos se distienden. El Casino Massage es perfecto para hombres de mediana edad, con una jugosa cuenta corriente, musculoso, de piel tostada, atractivo y mujeriego. 

3. El Cirque Du Soleil es uno de los espectáculos más increíbles que he visto en mi vida. 

4. Hacer ejercicios con mi novio es lo máximo. Sí, hicimos ejercicios. Todos los días al despertarnos nos íbamos al gimnasio, a veces al baño de vapor y al regresar en la noche, al jacuzzi con agua muy, muy caliente. 

5. En Las Vegas no importa si se es bonito, feo, flaco o gordo: si vas a salir de noche y eres mujer, you have to wear a slutty dress and super high heels. No importa si el producto es agradable o no a la vista. Tienes que hacerlo. Yo, debo confesar, terminé comprándome uno de esos vestidos. Not too slutty, just a little bit (which is, if you think about it, way better).

6. Amo la moda de los cincuenta. Los vestidos, los colores, la ropa interior, los zapatos, el maquillaje, todo. Esa es la nueva sección a engrosar en mi closet. 

7. Yo soy una tipa sofisticada y con estilo, (eso ya lo sabía), capaz de ir con su novio a ver un strip show. Wrong! En Las Vegas descubrí que no podría sentarme con mi novio a ver cómo otra mujer se desnuda. No fuimos a uno en el que las jevas se quedaran desnudas, pero sí fuimos a ver Sin City Comedy Club, que estaba absurdamente alternada con una tipa que salía, bailaba, abría las piernas y se quedaba casi desnuda. Así, sin ninguna relación con el show que eran los comediantes que hacían stand-up. Just because. Ok, ya va, sin ninguna relación para mí, me imagino que para los hombres presentes todo era bien coherente. Entonces hablo con conocimiento de causa; no podría ir con mi novio a ver a una tipa que está reventada de buena, una tipa que se mueve de una manera que es imposible no verla, una tipa que grita "sexo" con cada centímetro de su piel. Eh, no. No puedo y no podré. La idea de mi novio excitado viendo a otra mujer es algo que no puedo manejar. Sí, sé que es ingenuo pensar que eso no pasa. Hay gente que me ha dicho: "Pero, si va a ver a otra, mejor que la vea contigo, no?". Bueno, para mí lo mejor sería que sólo me viera a mí... Jajajaja. I know... Mis letras son absurdas, pero dentro de mi mente insegura porque no estoy divina, lo ideal sería que mi novio sólo me viera a mí y sólo se excitara conmigo. Something I like to call: My little stupid, unreal and naive world. 

8. En la rueda de la fortuna hay que apostarle mucho al 1 y al 2. 

9. Hay que saber cuándo retirarse del juego. Generalmente esto es cuando tienes que hacer tus maletas y largarte. 

10. En Las Vegas te encontrarás con los tragos más absurdamente grandes que jamás hayas visto. 

11. En Las Vegas se toma en la calle y a toda hora. 

12. En Las Vegas te puedes casar por 100 dólares o por 4.000 dólares. 

13. En Las Vegas todo es fácil si tienes dinero (Perdón, eso es en todos lados).

14. El baño de vapor es muy sexy. 

15. Me encanta sudar. 

16. "What happens in Vegas, stays in Vegas" is probably one of the most overused and predictable phrases you can imagine. Something I will never say. Actually, what happens in Vegas can screw up your life and kill you, or it can be pretty freaking amazing. Either way, it certainly won't stay there. 

17. El casino del Paris es el único significativamente diferente a los demás. 

18. La fuente del Bellagio con Pavarotti sonando de fondo me hizo sentir profundamente agradecida. Fue uno de esos momentos que sabes que nunca vas a olvidar. 

19. A Las Vegas regresaré. 

domingo, 6 de septiembre de 2009

Mira por donde caminas.

Quien haya ido a Las Vegas y no sea capaz de describir el asfalto en una o dos palabras, está mintiendo. 

El trabajo de muchos mexicanos en Las Vegas es pararse en TODAS las aceras, uno al lado del otro, y restregarte en la cara publicidad para que llames a una prostituta y te acuestes con ella. Se forman en hileras y crean una especie de pasillo por donde los transeúntes circulan. Es inevitable, si quieres caminar el strip, te toparás miles de veces con estas personas. Como forma de llamar la atención, toman una de las tarjeticas y la pegan contra la paca que tienen en la otra mano, para que al pasar escuches ese sonido y cuando enfoques veas a una tipa con las piernas abiertas, a dos tipas quitándose la ropa, y así... Tipos? No. De esos no te tienen. 

Al principio era curioso, pero al sengundo día estaba harta de que me retregaran la maldita tarjeta en la cara. Es de hacer notar que no importa si vas caminando solo, con un amigo, con tu novia, novio, esposa o esposo, sea como sea, te van a acosar para que agarres una. Luego, al mirar el piso, te das cuenta de que está cubierto con miles de estas tarjetas que la gente ha recibido y luego ha botado. "Girls direct to you in 20 minutes", un número de teléfono y una foto con tendencia lésbica, en la mayoría de los casos. Me imagino las circunstancias en las que la gente ha recibido y luego botado la invitación a invertir en un poco de prostitución: El hombre que es vencido por el miedo; la mujer que está casi segura de que es lesbiana pero que no quiere confirmarlo aún; el hombre que fue a Las Vegas a un torneo de poker, camina por la calle a las 3 de la mañana, toma la tarjeta, ve el número de teléfono pero se acuerda de su novia que lo espera muy bella, muy enamorada, muy engañada y muy idiota en otra ciudad; el hombre que camina por la calle a las 3 de la mañana, toma la tarjeta, ve el número, lo copia y lo luego la bota, después de acordarse de su esposa que lo espera en su casa, muy embarazada, muy gorda y muy "acontecida"; o quizás la novia que pelea con su novio porque éste se mostró curioso, pero en su defensa alega: "Mi amor, es para ir contigo, si no es contigo, no" (Si una mujer se cree eso, se convertirá inmediatamente en un monumento a la estupidez y a la imbecilidad). 

Y así se caminan cuadras y cuadras forradas de publicidad gratis, vacilación y un último miligramo de aquello que algunos conocen como: El peso de la conciencia. 

O quizás simplemente estaban a punto de pillarte y la botaste justo a tiempo. 

Sigue caminando. Quizás tu voluntad no aguante tanto. 

Sigue caminando...

Welcome to Las Vegas

Llegamos al hotel y él se moría del hambre, así que dejamos las maletas y ahí mismo volvimos a salir para comer. Yo sólo lo acompañaría, pues yo ya había comido durante las horas que lo había esperado. Salimos de Polo Tower, que queda en medio del strip, en medio del sabor, y caminamos hasta el New York, New York. 

El calor era insoportable, estábamos bastante cerca de los 100 grados. Sin embargo, caminábamos abrazados y a mí me parecía increíble. Quizás alguna de las cosas buenas de esta mecánica (si se le puede llamar cosa buena) es que cada vez que se da un nuevo encuentro todo es mágico, todo es como la primera vez. Entramos al hotel y lo primero que sentimos fue el cambio de temperatura. Uuufff! Qué alivio!

En Las Vegas cada hotel es como una atracción: música, juego de luces, ruido, tiendas, night clubs, restaurantes, grandes casinos llenos de colores, humo de cigarrillo, mujeres con poca ropa bailando, sirviendo bebidas o dándole vuelta a la rueda de la fortuna, hombres que te ven con ganas y mucho, mucho alcohol. 

Entramos a un restaurant de comida mexicana. Mi novio pidió fajitas y de tomar ordenamos Margaritas tamaño gigante (porque todos los tragos en Vegas son gigantes). Al final terminé ordenando yo unas fajitas, de tanto verlo comer me dieron ganas, y como no quería pedirle de su plato, pues pedí yo el mío. Salimos del restaurant, yo un poco desequilibrada por efectos de la Margarita, y él con ganas de jugar: peligroso combo. En el casino del New York, New York, nos sentamos frente a una slot machine y para empezar metimos un dólar. Perdimos, ganamos, ganamos, perdimos, perdimos, perdimos, ganamos, ganamos, ganamos... Y ganamos 4 dólares con 82 centavos! Imprimimos el ticket y le di un mega beso divino con sabor a Margarita. Estaba feliz.  El haber ganado 4 dólares con 82 centavos en Las Vegas con el hombre por el que puedo hacer cosas bastante ridículas, era para mí lo máximo. 

Cobramos nuestros casi 5 dólares y continuamos nuestro camino hacia el hotel en donde caímos reventados del cansancio. La noche era joven pero nosotros ya no dábamos más. Había que descansar para lo que venía. 

martes, 1 de septiembre de 2009

"Let's Rock and Roll"


Dijo la aeromoza luego de culminada su demostración de cómo usar el chaleco salvavidas. Lo guardó en uno de los compartimientos del avión y se sentó, lista para el despegue. Yo, desde mi amplio y cómodo asiento, con una botella de agua Fiji en la mano, veía el techo iluminado con luz indirecta rosada y azul. "Este avión lleva un estilo", pensé. "Este avión va a Las Vegas". 


Después de volar un poco más de una hora, se empieza a ver civilización en medio del desierto. Si con esto no te queda claro que estás llegando a Las Vegas, lo primero que ves cuando sales del avión, así, pegado de la manga, son varias hileras de slot machines. Así como para llegar y empezar a gastar. Pero a mí eso no me importaba, al menos no en ese momento. Lo que realmente me importaba era que cinco horas después estaría recibiendo en ese mismo aeropuerto a mi novio. Yo me hubiese quedado las cinco horas ahí, esperándolo, comiéndome las uñas. Pero me fui al hotel, me arreglé, me puse linda (más) y a las tres de la tarde tomé un taxi para ir a recibirlo. El taxista fue de lo más amable, hasta me regaló dos entradas gratis a un night club. 


Llegué al aeropuerto con el corazón a mil. Pregunté por su vuelo y tenía un pequeño retraso, así que me senté a esperarlo en la correa donde iba a salir el equipaje. Pero no me senté por mucho. Cuando estoy nerviosa no me puedo quedar tranquila. Empecé a caminar de un lado a otro. A mí alrededor había decenas de posters publicitando los mejores shows de Las Vegas, nosotros ya teníamos entradas para el Cirque Du Soleil, algo increíble. 


Pasaron los minutos y empezó a salir gente de algún lugar. Yo sólo me concentraba en encontrar a alguien muy alto. De pronto lo vi. El se tardó un poquito más en encontrarme. Salí corriendo a abrazarlo y él también lo hizo. Me adherí a él por un buen rato. Nos dimos varios Hollywood kisses y no me importó lo cursi que podía parecer. Sencillamente no me importó. Lo besé y me besó. If it makes you sick, suck it. 


Llegó la maleta y salimos del aeropuerto. Tomamos un taxi. It's 100 degrees outside. Hello, Las Vegas.