Nunca me ha gustado sentir lástima por nadie, no creo que sea algo bueno, sin embargo hay situaciones que no albergan siquiera lugar a una mínima dosis de lástima.
No soy una persona rencorosa, creo que eso enferma y amarga a la gente, y yo sencillamente no tengo tiempo para amargarme por nadie. Es terrible ver como existen personas en el mundo que son absolutamente incapaces de reconocer que han actuado de una manera incorrecta, básica y desmedida. Dicen que todos los seres humanos tienen la capacidad de actuar con raciocinio, que todos son capaces de tener aunque sea fugaces instantes de reflexión, pues yo estoy convenciada de que no es así.
Yo nunca me he sentido, ni me siento, superior a nadie. Gracias a Dios no pertenezco a ese patético grupo de seres que le pone el pie encima a la gente y pretende seguir por la vida sin el temple de asumir las consecuencias de sus actos.
No puedo ni siquiera empezar a imaginarme lo triste que debe ser llevar una existencia dominada por el odio, la rabia, la maldad y la mentira. No puedo hacerlo y no lo haré, porque yo no soy así, mi existencia es de todo menos infeliz y además, como ya dije, estoy demasiado ocupada, mi tiempo vale mucho y lo invierto en cosas que realmente merecen la pena y tienen algún tipo de importancia para mí. Yo soy feliz, soy capaz de decirlo porque lo soy. Soy feliz y lo soy todos los días. Tengo unos padres que amo, unos padres que me aman y que saben por encima de todo y todos quién soy yo, tengo unos hermanos que adoro y unos sobrinos espectaculares, tengo amigos verdaderos, tengo un novio a quien amo profundamente, un novio que me hace feliz. Vivo en una ciudad espectacular y todos los días veo el mundo a través de un lente, generalmente combinado con un filtro para conseguir algún efecto. Sin embargo, el lente de mi cámara no ha acabado con mi habilidad y mi virtud de poder ver las cosas con una perspectiva no distorsionada.
El tiempo pasa muy rápido y cuando las arrugas empiezan a cortarte y a infiltrarte la piel, son pocos los afortunados que pueden sentirse en paz cuando ponen la cabeza sobre la almohada.
Mi cabeza descansa en paz cada noche y mi piel es lisa y joven. Me considero más que afortunada. Felizmente mis arrugas, cuando lleguen, reflejarán el tipo de persona que he sido siempre: una persona que siempre ha hecho el bien y que nunca, jamás, ha pateado a nadie.
Son afortunados todos aquellos, que como yo, no se engañan a sí mismos, pueden decirlo y creérselo.
martes, 4 de noviembre de 2008
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7 comentarios:
Enhorabuena por tu post y me alegra saber que estés en paz contigo misma.
Yo gracias a Dios también puedo estarlo y siento decirlo pero creo que no somos la gran mayoría.
Saludos
Pues sí, lo más importante es ser feliz con uno/a mismo/a y tener la conciencia tranquila sin hacer daño a nadie pues se puede vivir en calma sin fastidiar a los demás... ;)
Un saludo
Super de acuerdo contigo en eso de poder dormir todas las noches en paz...yo creo que es una virtud y es el verdadero "poder"...y lamentandolo mucho hay gente que le encanta ver al vecino derrumbado...al menos a tu "vecino" se le va a hacer imposible contigo..;) Besos..
Super de acuerdo contigo...Nada como poder dormir en paz por las noches...mas que una virtud..es el verdadero "Poder"...lamentandolo mucho hay gente que le encanta ver al "vecino" derrotado...Menos mal que en tu caso tu vecino las tienes todas de perder..;) Besos
Estimada señorita:
He vuelto a publicar un comentario acerca de la Biblioteca Insular.
Reiterativo y tal.
Je,je,je,je.
Es muy posible que este le haga reír mucho más que los anteriores.
Si le apetece puede leerlo cuando le apetezca.
Saludos desde Gran Canaria.
Muy interesante el post. Yo por mi parte sí soy una persona sumamente rencorosa; es decir, no mantengo ningún contacto con personas que sé que deliberadamente me han hecho daño... No les deseo mal, ni bien. Simplemente dejo de tratarlos.
Creo que ayuda mucho a ver la vida de tu manera estar fuera de Caracas. No sólo la ciudad, sino el país en general se ha vuelto tan mísero/violentos/intolerante/hipócrita que creo que le podría quitar el sueño hasta al mismo Dalai Lama si viviera acá.
Un saludo.
Hola, Harold. Parece que tenemos la misma profesion y las mismas pasiones. Yo estoy haciendo un Master en Direccion de Cine en San Francisco.
Te quiero decir varias cosas: el hecho de que no sea rencorosa porque creo que es algo que nos hace dano, no quiere decir que le ponga la otra mejilla a la gente que se mete conmigo. Es decir. Por eso cuando me dices que tu si eres rencoroso porque le has dejado de hablar a gente que te ha danado, no creo que eso quiera decir necesariamente que eres rencoroso.
Otra cosa, el ver al pais desde afuera si es diferente. Peeeero, yo estoy al tanto de todo. Me acabo de pasar 4 meses en Caracas y se todo lo del caos, la miseria, la inseguridad, el pais que se cae a pedazos. Es una desgracia lo que nos ha pasado.
Ahora regreso en diciembre por un mes y bueno, seguramente vere cambios.
Por cierto, eres cineasta. Cuentame de eso...Yo ahora mismo estoy aqui a punto de filmar dos cortos en 16 y te imaginaras lo que siento.
Tu que haces? Trabajas en Caracas? Hay que hacer mucho networking.
Saludos,
Tany.
Por cierto, me disculpo por la ausencia de acentos. Este celular gringo desde donde te respondo, no acentua.
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