Hay momentos que esperamos toda la vida y nunca llegan. Hay cosas que deseamos toda la vida y nunca logramos. Hay sueños que cobran vida únicamente a la medianoche cuando nadie más nos ve. Pero también a veces esos momentos llegan, a veces esas cosas aparecen y esos sueños salen del cuarto a nuestra vida.
En la vida de todo ser humano en algún momento ocurrirán hechos que van a marcar nuestra historia de alguna manera. El día que nos enteramos quién es realmente el Niño Jesús, la primera vez que papá y mamá nos dan en el carro, el primer beso, la primera decepción amorosa, la primera vez que vemos a una persona muerta, la primera vez que nos roban, el primer temblor sentido, el primer sueldo, la primera vez que haces algo que siempre dijiste que nunca harías, la primera vez que alguien le propone matrimonio a alguien, montarte en un avión y dejarlo todo para empezar una vida nueva...y así, se extiende la lista de primera veces, o sencillamente de veces que fueron diferentes al resto.
Parece que a medida que crecemos los hechos que nos van marcando son cada vez más importantes, más grandes y pueden incluso hasta llegar a dar un poco de miedo. Parece que a medida que vamos creciendo muchas cosas cambian en nosotros, no todo está perfectamente claro y justo cuando pensábamos que teníamos todo calculado y medido, abrimos los ojos y entendemos que no es así.
Hay cosas que inevitablemente van a pasar, cosas que no vamos a poder controlar de ninguna forma. Pero también hay situaciones sobre las que sí podemos influir. Hay decisiones que irremediablemente se tendrán que tomar. Las definiciones pueden no siempre ser buenas, pero si necesarias. Hay un dicho en Inglés que dice: “you can´t have your cake and eat it too”. Necesario es decidir. ¿Qué puerta prefieres la puerta de la derecha o la de la izquierda? ¿Presionar el botón o quedarte con la llave? ¿Qué prefieres?
jueves, 1 de noviembre de 2007
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2 comentarios:
I choose right.
Así es, tienes toda la razón. A veces sencillamente hay que decidir, pueden ser cosas que nos gusten o no. Yo creo que peor que decidir algo que no nos guste, es pasarte la vida preguntándote qué hubiese pasado si no hubieses hecho algo. Eso creo que es lo más terrible.
Y bueno, cuando uno empieza a complicarse demasiado en algo, entonces empieza uno a pensar que la vida es tan, pero tan corta, que realmente lo que vale la pena es tratar de ser feliz. Más nada.
Haz todo lo que tengas que hacer para ser feliz. Tan cursi como pueda sonar, al final, es lo único que cuenta. Así que a veces trata de no analizar tanto las cosas y simplemente sigue a tu corazón.
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