Durante una época de mi vida cumplir años no era motivo de preocupación, en lo absoluto; sin embargo debo aceptar, y quizás peco de prematura, que desde los 25 la situación ha cambiado. Seguramente dentro de 10 años, si leo esto, me moriré de la risa diciendo: “what the hell was I thinking?”, pero esto es lo que siento hoy.
A los 12 años yo tenía mi vida super planificada: iría a la universidad, encontraría un trabajo maravilloso que me hiciera feliz y me llenara de dinero, y me casaría a los 24 años...ppppsssss!
Hoy tengo 27, soy Comunicadora Social, estoy yendo a la universidad por segunda vez por un MFA en Dirección de Cine (estoy cumpliendo uno de mis grandes sueños), vivo sola en una ciudad espectacular, sueño en inglés, estoy lejos de mi familia, acabo de decir “no” a una gran oportunidad de trabajo en Roma (espero que lleguen otras igual de buenas o mejores, en el momento adecuado), empiezo mis días con un Tall Nonfat Latte de Starbucks, tengo un novio al que amo profundamente, detesto los chick flicks y cuaquier cosa pensada “sólo para mujeres”, hidrato mi piel más que nunca, examino mis poros de manera inclemente todas las noches, no me he casado y mi nuevo propósito es terminar cada día con una copa de vino tinto.
Yo nunca fui de las niñas que sueñan con el día de su boda, no soy el tipo de mujer que sabe los nombres que le pondrá a sus hijos desde que es una adolescente. Tampoco soy de las mujeres que prefieren andar con quien sea con tal de no estar solas, y mucho menos cuadro con el típico tipo de mujer desesperada que se suicidaría si llega soltera a los 30.
Hace un par de meses cumplí 27 años y cuando desperté la mañana siguiente pensé: “pero es como lo mismo”. Bueno, no lo es. Hoy siento la sutíl diferencia de tener 27. No sé explicarlo, pero ahí está.
La semana pasada mis papás estuvieron de visita, cosa que me hizo muy feliz. Un día estábamos almorzando en un restaurant lindísimo. Mi papá pidió una botella de vino y cuando el mesonero me vio, me dijo: “can I see you ID?” I was like: “are you serious?” and he went like: “yeah…” Yo le mostré mi identificación y le dije: “I really like you”. En Estados Unidos si no tienes 21 años no puedes consumir alcohol.
Feeling 27 but I still get carded at restaurants and bars...Sweet!
5 comentarios:
El 26 de junio llego yo a los 27, y hace poco acostado en mi cama viendo al techo hice una pequeña retrospectiva de mi vida. Analizandola, no en profundidad, me di cuenta de que todo lo que pensaba lograr para el momento de ese cumpleaños, pues, nada que ver... Yo pensaba estar casado a los 28 y creo que eso es un imposible, pensaba estar lejos de mi famila (vivir solo) y nada, la independencia en un país donde alquilar un inmueble es no comprar nunca nada propio es impensable, y vivir en el extranjero con la soga que significa Cadivi pues es dificil también... yo también tengo una novia que amo mucho y unos proximos 27 que cuelgan como una espada de damocles sobre mi cabeza... y ni imaginar los 28 que nervios, que angustía, que desesperación...
En Miami me pasó lo mismo. Yo le dije al pana: "Ahm, i'm bald, man". Se rió, por supuesto, pero igual saqué er passport.
Gracioso.
Yo me convertiré en una uva pasa como 20 años antes que tú. Take it easy ;)
Andy:
Oye, chico, pues tú y yo tenemos algo en común. Por cierto, ve pensando qué vamos a hacer el 26, qué quieres que hagamos? Vivir en Venezuela es, por varios motivos, un medio drama :(
Besito, mi Andy.
Coye, Manuel, echas ese cuento y me río...es tu culpa porque lo estás contando, yo no sé ;)
Como una uva pasa? Oye, espero que ninguno de nosotros se ponga así. I´m taking it easy, man. Sólo que tú sabes cómo es todo...
Como una uva pasa?????
Tany: tu y yo como que teníamos el mismo plan de vida, crecer, ir a la universidad y a los 24 estar casadita...umjumm!!
Tb voy por un camino parecido al tuyo, sólo fijate: voy a estudiar OTRA VEZ y en otro país, mis sueños se hablan en español argentino, no vivo sola, sigo enamorada de mi ex pa' mi desgracia pero con la esperanza q llegué alguien a quitarme este inmenso guayabo.
Estoy a 2 meses y 17 días de cumplir los 27, mi vida es muy distinta a lo q imaginé, siguen creyendo q tengo 23 -debe ser porque soy enana y eso me hace tragar los años-, y créeme q esos 27 me tiene un pelo preocupada. Eso sí, no me pienso suicidar a los 30, ni soy de esas que creen que la vida se acaba a esa edad si ya no has pasado por el matricidio.
27... qué número! qué número! I'm afraid!
Besos mi Tany!
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