Este post lo escribo con rabia, muchísima rabia y sintiendo una gran tristeza por ver como ahora sí, mi país se cae a pedazos. Por primera vez en el año que llevo viviendo en el extranjero, me siento mal en Caracas. De no ser por la gente que quiero que vive aquí y que necesito ver, yo no estaría aquí. Quizás hacía falta ausentarme un poco, respirar un poco otro aire, malacostumbrarme a caminar por la calle a la hora que sea sin temor a ser apuntada con una pistola, o a llegar a casa a la hora que sea con la tranquilidad de saberme segura, para darme cuenta, realmente, de que no quiero echar raíces en este país.
Yo quiero formar una familia y que mis hijos puedan estar en un parque corriendo, felices, que puedan llegar caminando a casa, o en bici mejor, más divertido, y yo sentirme tranquila. Quiero poder ir al cine a las 12 de la noche si me da la gana, sin tener que fijarme que nadie me venga siguiendo cuando vaya llegando, quiero caminar por una ciudad limpia y segura, y yo eso no lo voy a lograr en Veneuela.
Me da rabia tener que despedirme de mi novio a las 8:30 pm ó máximo a las 8:45 porque ninguno de los dos quiere llegar a casa tarde. Me da rabia llegar al edificio con mil ojos, asegurándome de que no haya nadie extraño afuera... o adentro, JA!
Un país en el que la gente maneja a 110 por el ombrillo se cae a pedazos. Un país en el que los conductores tienen en una mano el volante y en otra la botella de cerveza, se cae a pedazos. Un país en el que la gente que presta un servicio cree que te hace un favor, se cae a pedazos. Un país en el que todo se mueve por palanca, donde muere más gente un fin de semana que en los países en guerra y en el que no se respetan las normas más básicas de convivencia, se cae a pedazos.
Me da muchísima rabia decirlo, pero ese país se llama Venezuela. Décadas deberán pasar para que se empiece a notar un cambio, si se empieza a trabajar hoy, y eso a mi modo de ver está muy lejos, porque aunque a Chávez lo rasquen y se lo lleven a Cuba, el problema de este país es la gente. La gente que cree que te hace un favor cuando te atiende, la gente que no le importa si hay comida, siempre y cuando haya curda, la gente que maneja a 110 por el ombrillo, la gente que lleva el rancho montado en la cabeza, así viva en La Lagunita...o en un rancho.
Yo quiero una vida tranquila y esa vida no está aquí.
lunes, 16 de junio de 2008
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6 comentarios:
Que triste que hables así, que triste que sólo tengas cosas malas que decir de tu país, que triste que sólo tengas que criticar y no hagas nada de aportes. Es muy fácil hacerlo y decir que este país se pudre...
Por qué no mejor aportas ideas constructivas, o hablas de la gente que se para de madrugada y se aguanta horas y horas de colas para ir a su trabajo o lugar de estudio??
Es muy fácil escribir mal de tu país, cuándo hay miles y millones de venezolanos echándole pichón por sacar a Venezuela para adelante.
No dudo que existan ciudadanos que pongan la cómica, como en todos los lugares del mundo, pero no creo que sean la mayoría del país.
Además, si tanto te quejas que haces aquí? quejándote como una niña mimada. Si tanto te molesta, por qué no trabajas para mejorar a tu país o en su defecto te terminas de ir y así dejas de opinar sobre un país en el que ni siquiera vives.
TODO TRISTE, PERO TODO CIERTO MI TANY!!
Dímelo a mí q estoy pasando por un calvario sin fin con el seguro, con el seguro social y con el vivex porq tuve la mala suerte que me chocaran el sábado en la autopista. Como dices, todos te tratan como si t estuvieran haciendo un favor y no como si hicieran su trabajo.
Este país es una desgracia, y como dices, es por la gente. Yo tampoco pienso quedarme a echar raíces en Venezuela, primero muerta!
Un beso enorme
Anónimo:
Evidentemente no me conoces. No tienes la menor idea de quién soy.
Mari-Mari:
Hola, linda. Me preocupa lo que me dices del choque. Espero te encuentres bien. Tenemos que vernos. He tenido algunas complicaciones que te comentaré luego.
Todo es muy triste, pero el hecho de que haya nacido, crecido en este país, el hecho de que lo ame, no me convierte en una persona ciega y falta de sentido común. La típica y trasnochada crítica de: "si tanto te quejas, vete" (Claro, yo no cometo errores ortográficos cuando la escribo), me aburre enormemente y no merece que desperdicie valiosos segundos en emitir comentario alguno.
Cuidate mucho, porfa. Un beso.
"El problema de este país es la gente". Estoy de acuerdo con esto totalmente. Pero también creo que es bastante amplia esta idea, por no decir ambigua. Porque has atacado un punto fundamental que casi todos mis familiares, amigos y conocidos tocan cuando se quieren ir del país, se fueron o se van de él. Yo tengo una sospechas que vives fuera del país por temporadas, lo digo por anteriores posts, y sí creo hay que hacer muchas cosas en este país para lograr cambios que se quieren, para ello habría que estar aquí dentro y pensar cómo hacer y tomar acciones concretas. Con esto no quiero apegarme a lo que criticabas de “si no te gusta, vete”, eso no creo que sea lo correcto, pero me da la impresión que durante la década de los 80 y 90, la sociedad venezolana se quedó pasmada pensando qué podía hacer para mejorar, desarrolló a buenos filósofos, políticos, científicos y artistas durante esos años y se ideaba un proyecto de país modelo, alguno que otro líder tomaba ideas y se desechaban las mayorías, pero casi siempre en la práctica no se aplicaba una mínima acción de esas tantas ideas que surgían. Lo que quiero decir es que es el momento de tomar acciones y criticar todo lo que se quiera, pero tomar acciones que se pueda.
Aportando algo al tema, creo que mi definición sobre el problema de tipo cancerígeno que presenta la sociedad, estado o el país, es la burocracia. Asunto indiscutible que hará ver a un gobierno más eficiente que otro. Desde el tombo que le dio ladilla ir a verificar si a ti te robaron la bici, porque pensó que era una “mariquera”, hasta la tipa que te da un número para luego hacer una cola en el ministerio. El liderazgo político en una sociedad creo que ayuda mucho a que la gente empiece a hacer su trabajo con ganas, pero un liderazgo que tenga bases, que tenga un pensamiento, valores estables.
Yendo un poco más allá, analizando lo de la “atención al público”, pienso en el maltrato que recibo en cada uno de los locales comerciales de Venezuela (sobretodo en Caracas) y como en Colombia, por ejemplo, la gente te atiende de lo mejor, al punto de sonrojarte y hacerte pensar un momento que estás abusando de su confianza. Quizás las razones de estos comportamientos de los vendedores sean distintas a las de los burócratas, tal vez las condiciones laborales son asimétricas, no lo sé, tema para averiguar.
Fabricio,
Gracias por tu comentario tan interesante. Me encanta cuando la gente tiene argumentos con los cuales sostener algún desacuerdo, en lugar de hacer gala de su irracionalidad. Por eso te doy las gracias, porque tus palabras invitan al pensamiento crítico y al debate y eso siempre es bueno.
Si, yo en este momento no vivo en Venezuela, me fui a mediados del 2007, o sea tengo un año por fuera, pero en ese año he venido 3 veces a Venezuela, ahora mismo estoy aquí y mi estadía será de 3 meses y medio. Es decir, he vivido 26 años y medio en Venezuela, y ahora estoy en este período de visitas muy frecuentes, cada vez que puedo. No me he divorciado de la situación de mi país en lo absoluto, sigo la noticia día a día, sigo en contacto con mi gente y sigo preocupándome, opinando y haciendo mis aportes para mejorar nuestro país.
Hay momentos en los que me he sentido esperanzada sobre el futuro de nuestro país, pero te confieso que en otros siento que me estrello contra una pared de concreto que se llama realidad. Entonces para no ponerme tan apocalíptica pienso que pasarán décadas para que se pueda apreciar un cambio importante y significativo. Me gusta pensar que voy a ser testigo y protagonista de ese cambio.
Gracias por tus palabras.
Saludos.
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