viernes, 14 de diciembre de 2007

Ya no aguanto más!



Hay cosas que puedo soportar, aunque con mucho esfuerzo. Por ejemplo, el hecho de que desde hace dos semanas duermo en promedio cuatro horas diarias, o el hecho de que comer se ha convertido para mí en algo circunstancial; cuando puedo, tengo tiempo o me acuerdo, lo hago. Pero hay algo que ya no soporto más. Estoy cansada, fastidiada y obstinada de electrocutarme absolutamente todo el tiempo. No lo soporto!

Yo desde hace tiempo sé que algo pasa conmigo. De eso pueden hablar mejor y con total propiedad mis amigos. Ellos me dicen que estoy loca, pero no loca que come jabón, o loca irresponsable, sino loca que hace y dice cosas sin sentido, loca que mete miedo porque a veces Verónica sale y hace cosas absurdas.

Bien, yo eso no lo discuto. Yo creo que es así (debo decir que una de las cosas que más me divierte es asustar a la gente, jeje). Pero de ahí a que el desequilibrio empiece a tener síntomas físicos, y que esos síntomas me provoquen descargas eléctricas “n” cantidad de veces al día, no me la calo.

No exagero cuando digo que me electrocuto CADA VEZ que abro una puerta. Con decir que la puerta de mi carro la cierro de una patada, porque, bueno, no quiero electrocutarme. Además, le vivo pegando corriente a todas las personas que me tocan o que yo toco, ya la cosa se ha vuelto un chiste en mi salón. Hoy no pude editar mi película a la velocidad que quería porque cada vez que tocaba la moviola, pegaba un grito. Pero no es sólo eso. CADA VEZ que camino frente a tiendas (no que entro a una tienda, sino que le paso por el frente), activo las alarmas. Pana, qué demonios me pasa? O sea, se podrán imaginar la situación cuando estoy en un centro comercial. Es un festival de alarmas que se disparan a medida que voy caminando. Y bueno, para mí una de las cosas cumbres ocurrió hace poco cuando estaba montada en una caminadora haciendo ejercicios. Moví mis manos y rocé las placas de metal en donde uno coloca las manos para medirse el pulso. No, vale...mejor que no. No solamente el corrientazo vino acompañando de tremendo chispazo, sino que la máquina se apagó!!!! Se apagó! La apagué! What the hell! O sea, cómo yo voy a apagar una bicha tan grande y potente sólo con ROZAR una parte de metal.

Me preguntan que si ando estresada, nerviosa, preocupada...Bueno, quién no lo está? Todo el mundo tiene estrés, preocupaciones y yada, yada. Quisiera saber qué sucede conmigo. Y más que todo, quisiera saber qué hago para acabar con esto. No quisiera andar electrocutando a nadie, ni quisiera andar pegando gritos o brincos en la calle como una loca...bueh...

lunes, 10 de diciembre de 2007

Zara y John



Zara se encontró de pronto en ese viejo muelle donde iba cuando era niña. No sabía cómo había llegado ahí, pero ahí estaba. Su cabello suelto se movía constantemente por el frío viento; sus labios temblaban al igual que sus piernas; sus verdes ojos lloraban involuntariamente. Zara bajó la mirada, sus muñecas estaban vendadas. Lentamente retiró las vendas y pudo ver las marcas que dejó en ella uno de los días más tristes de su vida.

De pronto empezó a recordar otros momentos, momentos felices. Él siempre la hacía sonreir, siempre la hacía ver el mundo de colores, siempre le cantaba, siempre la abrazaba en las noches, siempre respiraba su aliento. Cuando estaban juntos todo era como de mentira, todo era perfecto. El amor de John por Zara era distinto. No siempre le decía que la amaba pero podía dar su vida por ella en cualquier momento sin pensarlo. Ella sentía que cuando estaba con él nada malo podría pasarle. Sabía que nadie la cuidaría y la protegería como él. Podían pasar una noche entera hablando de cualquier cosa, o una noche entera contemplándose sin decir una palabra. Zara recordaba sus paseos a ese lugar que sólo ellos conocían. Ese lugar en medio de la playa y de las montañas. Ese lugar oscuro en medio del sol. Ese lugar en donde nadie los veía, pero ellos veían a todos.

Zara siente con sus dedos sus cicatrices que aún duelen. Eleva la mirada, ve a su alrededor y se encuentra perdida. Ya no sabe dónde está. El viejo muelle parece haberse desvanecido. El frío arrecia y ella sólo tiene un ligero abrigo. Ella lo necesita, pero no sabe dónde encontrarlo. Empieza a correr sin rumbo. Las miradas de los desconocidos a su alrededor la condenan. Se siente extraviada.

De pronto ve ese edificio blanco y sin saber porqué decide entrar. Como si algo o alguien la estuviera guiando, Zara sube apresuradamente las escaleras hasta el piso 7. De nuevo se encuentra con todos esos hombres de traje blanco y esas mujeres uniformadas que la saludan, pero ella no sabe quiénes son. Zara se oculta en una de las esquinas de este frío edificio que parece conocer a la perfección, pero no logra recordar. Se lleva las manos a la cabeza y trata de pensar sólo en su rostro...Dónde está John? Qué hace ella aquí? Por qué está ahí?

Abre los ojos y se levanta con la certeza de que lo verá en pocos segundos, aunque no supiera dónde estaba. Da unos pocos pasos y se encuentra con esa puerta que parece atraerla con una fuerza inexplicable. Poco a poco acerca su mano y la empuja. Zara está adentro. Ahora todo es diferente. En un segundo sabe que su habitación era la 714. Decide entrar, pero ya no es ella la que está acostada, conectada a una máquina que la mantiene con vida. Ahora es otra persona. Otra historia. Otro sufrimiento.

Lentamente cierra la puerta e inmediatamente mira hacia su derecha. La puerta de la habitación 715 está abierta. Zara entra lentamente sabiendo que en el interior lo encontrará. Y lo encontró. John está acostado, al lado de una máquina igual a la que ella tenía. Se le acerca y toma su mano. En ese momento se da cuenta. En ese momento lo sabe. Siempre estuvieron uno al lado del otro y aunque siempre sus ojos cerrados estaban, ellos se veían todo el día, todos los días. Hasta que ella despertó...y ahora era ella quien lo veía.
“Gracias”, le susurra Zara a John al oído. John abre los ojos, haciendo un gran esfuerzo le sonríe y los vuelve a cerrar. Ella sale de la habitación y deja la puerta como la encontró.

Zara camina por el largo, silencioso y congelado pasillo de este edificio, ahora un poco más calmada, aunque inmensamente triste. A la distancia escucha alarmas en la habitación de John. Hombres y mujeres entran. No pueden salvarlo, él ya puede irse.

John y Zara fueron felices en medio de cuatro paredes. Nunca se vieron, pero siempre se vieron. Nunca se tocaron, pero hicieron el amor todos los días. Nunca se levantaron al mismo tiempo, pero caminaban tomados de la mano por los rincones más hermosos, y siempre tenían un lugar oscuro en medio del sol para ocultarse del mundo.

martes, 4 de diciembre de 2007

El salto

"Y cómo es?", le pregunté.

"Mejor que el sexo", me respondió.

Entonces pensé que todos deberíamos hacerlo.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Un lejano país llamado Venezuela. ¿Te suena?

El ser latino en la cabeza de los estadounidenses va directamente relacionado a unas pocas palabras, ni siquiera ideas de lo que ser latino significa. Las palabras son: papi, reggaeton, caliente, fiesta y gozar. Ahí queda plasmada la esencia del latino, su naturaleza.

Todo es básicamente lo mismo, ellos saben que existe algo llamado Puerto Rico y algo llamado México y ya, eso es América Latina. A todos nos gusta mover el trasero igual, a todos nos gusta el reggaeton y la salsa, a todos nos gusta el picante, los tacos y los burritos, Jlo es la diosa de todas las mujeres, y todos los hombres usan sombreros de charro mexicano.

Yo llevo una lista de todas las respuestas que he obtenido cuando a la pregunta “de dónde eres?”, he respondido “de Venezuela”, y cada día me sorprendo más y más...

“Oye, Tany y de dónde eres?” “Soy de Venezuela?”

1. “Y qué idioma se habla allá?”

2. “Venezuela...qué bueno, ahora sí voy a aprender a hablar Portugués, me tienes que enseñar”

3. “Venezuela...claro, su presidente es Peréz” (Así con acento en la segunda “e”. Esto me lo dijeron hace pocas semanas)

4. “Venezuela...qué bello, eso queda bastante cerca de Argentina, verdad?

5. “Y ustedes allá tienen televisión e internet?”

6. “Venezuela...por supuesto, en Sudáfrica” (En esta no sé qué cara puse, creo que puse todas las caras que puedo poner al mismo tiempo)

7. “Oye, y lo de Irak los afecta mucho?” (Demonios...)

La semana pasada le tuve que explicar a una compañera de clases que Venezuela queda en el continente americano y por eso los venezolanos y todas las personas que viven en el resto de los países que quedan en América, también son americanos y que no sólo los nacidos en Estados Unidos son americanos. Ella estaba...impresionada, por decir lo menos.

Pero quizás estas respuestas que me ha dado la gente no deban sorprenderme. La cadena Fox transmite todas las semanas un programa que se llama “Are You Smater than a 5th Grader?” (“Eres más inteligente que un niño de quinto grado?”) Y los concursantes han ido todos a la universidad.

El juego consiste en que se le formulan dos preguntas por grado, empezando desde el primer grado, hasta quinto. Cada pregunta vale mucho dinero. Hay un grupo de niños, todos cursando el quinto grado, que son quienes ayudan al concursante a responder correctamente.

En este programa una vez ví a una participante irse al no saber deletrear correctamente la palabra “vowel” (vocal), he visto personas que no saben identificar el artículo o el predicado en una oración, una vez un hombre se enteró mientras concursaba de que el gobernador de California se llama Arnold Schwarzenegger y una mujer contestó que la Guerra Civil de Estados Unidos había sido entre Alemania y Francia.

No lo creen? Yo tampoco lo creía...

sábado, 24 de noviembre de 2007

La inolvidable Agrado

Esta película y este personaje marcaron mi vida. La Agrado...la grande.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Can you see me?

What ever happened to being happy? What ever happened to waking up every morning feeling that your life is not a mess? Don’t you just want to go back in time sometimes? Don’t you just want to go back to your first kiss when everything was perfect and flawless? Don’t you just want to go back to the day you ate your first cotton candy?

How come everything got so complicated? How is it possible that we can hurt each other just by opening our mouths? I long for the day when having ice-cream and holding hands meant the world. I long for the day when I could see the people I loved not only in my mind but also by my side.

I want to wear my pink dresses again. I want to walk every day to my little, old, almost perfect pier. I want to see the sun coming down from that castle again. I want to lie on the grass and count the stars. I want to play that song that someone once wrote for me. I just want to hold your hand and pretend we’re five years old. I want to look you in the eyes and understand what I can’t understand today. I want you to see me like no one did before, but can you?

Don't let me go away. Don't let me go...

What ever happened to getting each other? What ever happened to laughing? What ever happened to you and me?

sábado, 17 de noviembre de 2007

“Tranquila, seguro pronto te toca a tí”




Estas eran las palabras dirigidas hacia mí por los invitados a la boda de mi hermano dos años menor que yo. Las primeras veces sólo reaccionaba con una inexpresiva sonrisa congelada. Pero a medida que la situación se repetía empecé a simplemente ver a la persona que lo decía, como diciendo: “Qué estás diciendo?” Mi ceja izquierda llegaba casi a mi espalda. (Cuando alguien dice algo demasiado estúpido en la vida o hace un comentario que simplemente no merece que desperdicie un segundo de mi vida en contestar, mi ceja izquierda se encarga de hacerle saber a esa persona lo inútil que es su vida en ese momento, y el tiempo valioso que me hace perder a mí escuchándola. Mi ceja izquierda toma vida propia y se levanta. La cantidad de centímetros que se levanta es directamente proporcional al nivel de estupidez del comentario emitido)

La gente...la gente da para todo. Cómo es posible que cuando te encuentras con una persona a la que no ves desde hace años, lo primero que te pregunta es: “Ay, y tienes novio?” Qué demonios! Si les dices que no, que no tienes novio, obtienes como respuesta una palmadita en la espalda, un “aaaayyyy, bueno, seguro llegará pronto”, y una estúpida cara de lástima. Si les dices que si tienes novio y tienes más de 25, lo que viene es: “Y cuándo te casas?” Como que si en el mundo no existiera nada más, como que si eso fuera lo único y más importante...O sea, yo quiero casarme, yo quiero formar una familia, yo quiero todas esas cosas en mi vida, lo que no soporto es a la gente metida que lo primero que hace cuando te ven es preguntarte tu estatus.

Para algunas personas que conozco es difícil comprender que tengo 26 años, no estoy casada y que estoy haciendo un Master en San Francisco... “Oh, no, está preparándose, se está matando haciendo algo que va a ser excelente para ella, pero está soltera, qué desgracia!” “Tranquila, seguro encontrarás a alguien allá y te casas” Es lo que algunos me decían cuando estaba a punto de venirme. Pana, por qué no tratas de abrirte un poco el cerebro? Realmente me cuesta creer que en el siglo XXI aún exista gente (y gente joven) que piense de esta manera.

Después de unas cuantas horas y copas de champagne empecé a divertirme un poco y a darle respuestas a la gente, acompañadas de mi cara más insoportable en el mundo. “Ah...no gracias, yo no creo en el matrimonio, yo vine aquí obligada”, fue la mejor de todas. Tan sólo ver unas cuantas caras hizo que todo valiera la pena.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Tiempo (para tí)




Cada jueves debo madrugar a las 6 de la mañana porque tengo clases a las 8 y debo tomar el tren de las 7:14, no a las 7:13, ni a las 7:15, es el tren de las 7:14. Si no me monto, llego tarde a mi clase, porque luego pierdo el autobús que me lleva al edificio donde nos reunimos los estudiantes de Developing Story. Un minuto de diferencia, o 30 segundos, un jueves, para mí, puede marcar la diferencia entre llegar o no a clase. Un minuto es mucho tiempo un jueves. Pero cuando mi despertador suena a las 6 am, un minuto más de sueño no es absolutamente nada. Ese mismo minuto que me arruinaría el día, es igual a nada cuando debo pararme y el sol aún no sale.

Para una persona que está respondiendo un examen, 5 minutos más de tiempo puede significar pasar o no el examen. Pero cuando esperas a alguien en el cine, puede marcar la diferencia entre perderte o no el comienzo de la película... y a veces los comienzos son fundamentales. Y así...el tiempo puede ser algo muy largo o sumamente corto dependiendo de la situación. Montarte o no en un avión, encontrarte o no con alguien en el lugar más recóndito del planeta, conocer a la persona que va a cambiarte por el resto de tu vida, salvarte de un accidente mortal, ver una estrella fugaz, cruzarte con una mirada mágica en medio de una multitud, llegar a tiempo para despedirte, llegar a tiempo para decir “te amo”...

El tiempo... “el que se interpone y pasa entre un suceso y otro, o entre una estación y otra”. “A nonspatial continuum in which events occur in apparently irreversible succession from the past through the present to the future”. Pero, qué es el tiempo?. Los cubistas representaban desde distintos puntos de vista todos los lados del objeto pintado, porque a la velocidad de la luz, es posible ver todos los lados de un objeto al mismo tiempo. Entonces...existe o no el tiempo?

Yo creo que el paso del tiempo nos deja siempre evidencias. Evidencias físicas como las arrugas en nuestra piel y evidencias no fisícas, que son más difíciles de determinar, pero que podemos reconocer porque vamos poco a poco cambiando, vivimos cosas nuevas, pensamos diferente y sentimos diferente. Yo creo que aún no tengo las primeras (trabajo duro para que las arrugas tengan la aparición más tardía posible en mí), pero sí tengo las segundas.

Mi vida es hoy muy diferente a como era hace 6 meses. He aprendido que cualquier cosa puede pasar, que nada es seguro y que todo puede cambiar en, literalmente, una madrugada.

Tú has cambiado mi vida, de eso no me cabe duda. Tú me has enseñado cosas nuevas y no tan nuevas, pero que contigo son diferentes. Tú me has demostrado que cuando estoy contigo no tengo que temer, me has enseñado que aunque las noches sean frías y largas, el sol siempre volverá a salir. Contigo siempre hay música en mi cabeza, siempre veo todo un poco más brillante, todo se detiene y solo tu y yo seguimos. Tú me has demostrado que una locura maravillosa puede señalarnos el camino al arco iris, y que solo si de verdad lo queremos, lo podemos seguir.

Quizás si nunca nos hubiésemos salido de nuestro curso, no seríamos quienes somos hoy, no tendríamos tantas maravillosas historias vividas y tantas por inventar. Después de todo, las cosas cambian, personas llegan y salen de nuestras vidas; pero es reconfortante saber que quienes amamos estarán siempre en nuestros corazones, y con un poco de suerte, a un par de aviones de distancia.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Masters of Suspicion


Seguramente nadie leerá esto, porque les dará mucho fastidio. Pero yo estoy feliz! Acabo de llegar a casa de mi clase de Filosofía y mi profesor me acaba de entregar el trabajo que le entregué la semana pasada con una gran "A" en la última página acompañada de un "Great!". Estoy demasiado feliz!


In general, suspicion is the condition of being uncertain about something that has very little evidence or not evidence at all, and that can be wrong. It is a restless state of mind that looks for the reasons that make people believe what they believe, the function that those beliefs play in their lives and why they believe them. Suspicion establishes that reality often wears a mask and that our ideas are not sovereign. The real reasons lie underneath the surface, the obvious; they lie underneath the ideology.

This way of thinking, which is evidenced in Nietzsche’s, Freud’s and Marx’s ideas, broke with the Enlightenment tradition and helped in the process of transformation and reorganization of society. Although Nietzsche, Freud and Marx present differences, they all try to find the causal forces that explain the real world and reveal its true meaning.

Modernism was a reaction against 19th century Victorianism. It brought a new way to approach the world and humankind by submitting to criticism and analysis the premises of that era. It represented a rejection to philosophical idealism because it was not empirical enough and it didn’t deal with the non-conscious dimension of man. Modernism kept its eye on the consequences of the technological revolution in people’s lives and paid less and less attention to religion. It also meant a more relaxed posture towards sexuality.

It is unquestionable that the Masters of Suspicion contributed with their ideas of justice, values, the mind, God, etc, to reshape the ground on which Modernism emerged.

Marx is suspicious of the ideas that dominate society. He says that those ideas justify unequal power because they are the ideas of the dominant class, which is the bourgeoisie. This creates a false kind of nationalism; it creates a false “we”. “We” is not all of us; “we” is just a class. This all leads to the idea of justice. For Marx, reality is that economic forces have total control over the working class, and their interests always prevail. The moral system on which society is built makes it possible for the masters to control and for the slaves to be controlled. Religion is only a means to lessen the misery of dehumanized people by the capitalists in their working places.

In order to understand this, one should be able to see things in the context of history and be based on a philosophy of history. Marx rejects Hegel’s idealism and speculation, and wants philosophy to be rooted on materialism. He only wants to look at empirical, verifiable facts of life.

Freud is suspicious of the idea of desire. He says that our present is connected to our past and that the things we think we want and know are not the real things we actually want and know, because there are non-rational drivers and impulses that affect our way of thinking and behavior. For Freud the unconscious mind flows free and has no sense of time and unity. We can only see it through its masks, such as: our dreams, which not only have a “manifest” content, but also a “latent” content that is hidden and contains the real meaning.
Religion only represents our wish to be taken care of and protected. God is a father-figure that keeps us from telling the real from what seems real.

Freud encourages us to see underneath the surface-level of things. He encourages us to explore beyond what is obvious and overcome that feeling of self-alienation in ourselves.

With his approach to the human soul, Freud evidently brings down the importance that reason used to have during the Enlightenment. He defies ideas that suggest that the nature of the mind can be understood by introspection, and proposes psychoanalysis as a tool to access the aspects of the unconscious.

Freud and Marx assume that the horizon has to be cleared for a more authentic world. They not only criticize the society they live in, but also try to present solutions by interpreting it. Freud thinks that the irrational forces that run our unconscious mind constitute the real reasons that explain our souls. The only way to understand human nature is to acknowledge these forces and accept them as a crucial part of our existence.

Marx thinks that the truth is that a little portion of society explodes and controls a big portion. The needs of the majority, which are always forgotten, are important and so culture as well as all forms of thought must serve the masses. He believes that the world is being run by a big lie called capitalism, that doesn’t respond to human nature, and that a new system that values the necessities of the majority has to be implemented.

I believe that Freud and Marx were great contributors to the advent of Modernism, even though some of the Marxist ideas are rooted on the Victorian tradition, like historicism. They were a product of their time, they are fascinating and I think it will always be shocking to read them.

It is very hard for me to imagine a classless society that works, for instance, or a system in which private property is preserved as well as it doesn’t interfere with the interests of the majority. What does that mean? Who establishes what those interests are?

I think it is very interesting that in order to explain the not so strong support that the Communist movement received, Marx talked about the “false consciousness”, which kept people from perceiving the horror that capitalism was. I imagine Freud and Marx having coffee, talking and discussing about the unconscious world.

domingo, 4 de noviembre de 2007

¿Por qué?

¿Por qué a veces necesitamos llorar?
¿Por qué a veces soñamos con cosas que sabemos jamás van a llegar?
¿Por qué a veces no evitamos el sufrimiento?
¿Por qué no hacemos simplemente lo que nos hace feliz sin pensar si está bien o mal, o si conviene o no?
¿Por qué los seres humanos no siempre hablan cuando tienen que hablar y callan cuando deben callar?
¿Por qué no conservamos siempre la mirada que de niños teníamos?
¿Por qué no siempre la verdad y la sinceridad es lo que motiva nuestras acciones?
¿Por qué la lluvia es siempre triste?
¿Por qué no hace falta estar solo para sentirse solo?
¿Por qué “todo pegado” se escribe separado y “separado” todo pegado?
¿Por qué a veces amar duele?
¿Por qué a veces no amar duele?
¿Por qué a veces dañamos a quien amamos?
¿Por qué a veces dañamos a quien nos ama?
¿Por qué no nos damos cuenta de todas las cosas maravillosas que tenemos todos los días?
¿Por qué es tan difícil encontrar rosas azules?
¿Por qué el tiempo pasa rápido cuando debe pasar lento, y lento cuando debe pasar rápido?
¿Por qué no siempre nos entendemos?
¿Por qué a veces no podemos ver más allá de nuestras narices?
¿Por qué no hay jardines en los aviones?
¿Por qué el mar es a veces mi mejor amigo?
¿Por qué a veces no tiene que estar nublado para no ver?
¿Por qué tengo que atrasar mi reloj?
¿Por qué mejor no puedo adelantarlo?
¿Por qué?

viernes, 2 de noviembre de 2007

Mi primer temblor



Una de las primeras cosas que dije cuando supe que me venía a estudiar cine en San Francisco fue:

- Demonios, los temblores.

En el Sur de California tiembla miles de veces al año, y contrario a lo que mucha gente piensa, casi ninguno de estos movimientos ocurre sobre la Falla de San Andrés. El último terremoto significativo sobre esta falla ocurrió en 1857 (yo al principio le tenía miedo a la falla de San Andrés, pero parece que a medida que te le acercas te das cuenta de que no es tan peligrosa). Muchos expertos dicen que la falla de San Andrés está acumulando energías para un golpe futuro, no tan lejano. Eso me da miedo. San Andrés will strike again y yo aquí solita... :(

Cuando tienes que presentar un examen de Filosofía nunca se siente que uno ha terminado de estudiar. Siempre falta algo. Siempre hay algo más. Nietzsche, Freud, Marx, Hegel y Kant me han acompañado día y noche durante los últimos meses. Tenía mi taza de café sobre la mesa y unos diez libros abiertos. De repente un sonido. Al principio pensaba que era algún vecino haciendo ruido en su casa. Pero luego, un movimiento acompañaba al sonido. Inmediatamente miré a mi papá, que estaba sentado en frente de mí. Mi mamá escribiendo en la computadora dijo: “Ay, un temblorcito”. Un temblorcito????? Mamá, por Diossssssss! Vaya aplomo! Vaya calma! Fueron 20 segundos que sentí como una eternidad. No pasó nada malo...menos mal. Sólo fue un gran susto. Y por supuesto nadie le paró, las personas no salen de las casas, todo sigue normal...increíble.

A los pocos minutos ya estaba en las noticias. El epicentro había sido en San José. Un temblor de 5.6 grados y 50 segundos...totalmente respetable. Pero como no hubo heridos (menos mal), ni grandes daños físicos, entonces en canales como NBC y ABC se veían cosas así:

Ancla en estudio hace el paso a reportero que está en la calle. Reportero: “nos encontramos aquí en la esquina de bla y bla, justo en frente de esta libreria, en donde las cámaras de seguridad pudieron captar cómo durante el temblor algunos objetos como libros se caían de sus estantes”. Corte a video de cámara de seguridad con el siguiente insert: “libros cayéndose en San José”

Vaya... los libros se estaban cayendo, no tengo más nada que decir.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Definiciones

Hay momentos que esperamos toda la vida y nunca llegan. Hay cosas que deseamos toda la vida y nunca logramos. Hay sueños que cobran vida únicamente a la medianoche cuando nadie más nos ve. Pero también a veces esos momentos llegan, a veces esas cosas aparecen y esos sueños salen del cuarto a nuestra vida.

En la vida de todo ser humano en algún momento ocurrirán hechos que van a marcar nuestra historia de alguna manera. El día que nos enteramos quién es realmente el Niño Jesús, la primera vez que papá y mamá nos dan en el carro, el primer beso, la primera decepción amorosa, la primera vez que vemos a una persona muerta, la primera vez que nos roban, el primer temblor sentido, el primer sueldo, la primera vez que haces algo que siempre dijiste que nunca harías, la primera vez que alguien le propone matrimonio a alguien, montarte en un avión y dejarlo todo para empezar una vida nueva...y así, se extiende la lista de primera veces, o sencillamente de veces que fueron diferentes al resto.

Parece que a medida que crecemos los hechos que nos van marcando son cada vez más importantes, más grandes y pueden incluso hasta llegar a dar un poco de miedo. Parece que a medida que vamos creciendo muchas cosas cambian en nosotros, no todo está perfectamente claro y justo cuando pensábamos que teníamos todo calculado y medido, abrimos los ojos y entendemos que no es así.

Hay cosas que inevitablemente van a pasar, cosas que no vamos a poder controlar de ninguna forma. Pero también hay situaciones sobre las que sí podemos influir. Hay decisiones que irremediablemente se tendrán que tomar. Las definiciones pueden no siempre ser buenas, pero si necesarias. Hay un dicho en Inglés que dice: “you can´t have your cake and eat it too”. Necesario es decidir. ¿Qué puerta prefieres la puerta de la derecha o la de la izquierda? ¿Presionar el botón o quedarte con la llave? ¿Qué prefieres?

sábado, 27 de octubre de 2007

Minutes



In a small, green bathroom she is staring at the mirror. She doesn’t move an inch. She is looking inside her, deeper than she ever did before. Her black, long hair hangs loose; her eyes look dark and tired. She washes her face quickly, grabs a towel and keeps staring. She takes a deep breath, opens the door and leaves. Someone is waiting for her. Her life is about to change. She will never be the same.

lunes, 22 de octubre de 2007

The Youth In Us



Después de ver este corto me dí cuenta de la razón por la cual cuando escuché a mi profesora decir el nombre, entendí lo que entendí.

Si tienen unos minutos libres, vayan directo a "watch movie". Si luego se arrepienten, pues lo siento. Yo no me arrepentí. Aquí está la dirección:

www.theyouthinus.com

viernes, 19 de octubre de 2007

"No despertarás a tu prójimo"



Me encanta dormir. Es uno de los placeres más grandes. Una vez dormí por quince horas, había entregado mi tesis de grado y tenía un poco más de cuarenta y ocho horas sin dormir. Los fines de semana me gusta despertarme al mediodía, aunque cuando llueve y hace frío, cosa muy frecuente en San Francisco, puedo despertarme después de las doce fácilmente.

A mí me gusta cuidar el sueño de los demás, justamente porque no soporto que me despierten y menos cuando se debe a actos desconsiderados y torpes, ejemplo: alguien busca algo en tu cuarto y abre gravetas, clósets y bolsas (me enferma el ruido de las bolsas cuando estoy durmiendo, y es peor cuando tratan de buscar despacio como que si eso fuera a evitar que la bolsa suene), alguien en tu casa se despertó con ganas de silvar, alguien entra a tu cuarto y te pregunta: "¿estás durmiendo?", suena el telefono y tantas cosas más.

Otra cosa común no sólo en San Francisco, sino en los Estados Unidos es el telemarketing. Nadie se salva, por más que mandes a quitar tu número del book, por más que te registres como private caller, por más que contrates servicios para que rastreen y seleccionen las llamadas que entran, siempre, de alguna forma, todos serán presa del típico trabajador que sentado en su pequeño cubículo, con camisa blanca, corbata, manos libres y la computadora en frente, consigue perturbar la tranquilidad del hogar, generalmente a horas sagradas.

La cosa va más o menos así: el teléfono empieza a sonar religiosamente todos los días a eso de las ocho de la mañana. Lo peor es que conocen tu nombre, preguntan directamente por tí, como que si fuera algún amigo o conocido, para engañarte, para que caigas. “Hi, can I speak to Tanyluz, please?” Las primeras veces caí, pero ya no, ya los reconozco con gran habilidad. “Ah...I’m sorry, I just work here, if you want to talk to the owner of the house, you’re gonna have to call later”. Todo esto lo digo practicando diferentes tipos de acentos. A veces enfatizando al máximo mi procedencia latina, otras como italiana, otras como el hombre que le vendió el disfraz en la madrugada a Tom Cruise en Eyes Wide Shut y a veces me aventuro y pretendo ser asiática. Esto forma ya parte de mi rutina.

De lunes a viernes llaman entre ocho y once de la mañana, y en la tarde a partir de las cinco, cuando la gente ya va llegando a sus casas de la universidad o el trabajo, hasta las ocho de la noche. Esto podría llegar a ser algo medianamente tolerable. Lo que me provoca una ganas irrefrenables de disparar es cuando los sábados y los domingos suena el teléfono a las siete, ocho, nueve de la mañana. No respetan!!!! No es posible!!!! Que me dejen dormir en paz!!!

El punto cumbre de todo esto es lo que pasó el domingo pasado en la mañana. Dormida, torpe, inútil, casi ciega, contesto el teléfono: “Hello...” Silencio. “Hello?” En ese momento empezó a correr un mensaje GRABADO!!!! O sea, ellos no se despiertan ya para llamar, ahora ponen a una máquina a arruinarle el fin de semana a uno. “Hi, neighbor! We have a very special offer to make you. How would you like to have the cleanest carpet in your neighborhood? Just call us. 1-800-carpetclean, and we’ll give you great discounts!”

Maravillosos descuentos? La alfombra más limpia? You bastards...

lunes, 15 de octubre de 2007

People Getting Punched Before Eating

From SNL. October 13th.

Simple things make life easier...and happier. Enjoy.

“Ya vengo, voy un momento al supermercado”

Decir eso y cumplirlo son dos cosas que me resulta imposible realizar. Vivir sola ha sido una experiencia que me ha cambiado. Algunos dicen que he madurado, otros que me he vuelto más responsable y otros que me he convertido en una persona más fría, más calculadora. Yo creo que los últimos aún no me conocen bien.

Inevitablemente una de las consecuencias de vivir solo es tener que hacer cosas solo, como por ejemplo, el mercado. Pero hacer mercado en Venezuela me resulta a mí una experiencia totalmente distinta a hacer mercado en el país pionero del consumismo. Es agradable, por supuesto, entrar en un espacio civilizado, ordenado, limpio, que huele bien, donde nada está ni siquiera en la primera fase de proceso de descomposición. ¿A quién no le gusta comprar comida que no esté descompuesta?

Llego con mi pequeña lista, nunca compro demasiadas cosas, y empiezo la búsqueda. Luego de aproximadamente veinte minutos empiezo a sentirme algo confundida. Hay muchos pasillos y además larguísimos. Tengo que caminar demasiado para conseguir lo que necesito y siempre hay cosas que en el medio me distraen. Hay mucho de todo, todo se ve bien, todo llama la atención. Ya a la media hora me olvidé completamente de mi lista y estoy viendo cosas que realmente no necesito.

¿Por qué? ¿Por qué hacen tanto de todo y tan bien? Yo soy algo débil en este sentido, debo admitirlo. Hay cosas que no importa la cantidad que tenga, no puedo dejar de ver y la mayoría de las veces comprar: cremas para la cara y cualquier producto que tenga escrito en algún lugar “vitamina E”, “anti-arrugas”, “hidratante” o “efecto lifting” (tengo 26 y me cuido la cara desde los 15, espero que tenga algún efecto a mi favor en el futuro); productos (comidas o bebidas) bajos en grasas o carbohidratos (que para nada es lo mismo); bufandas; soundtracks y ropa interior.

Estoy llegando en este momento de Lucky, una nueva cadena de supermercados en San Francisco y por lo menos tengo el doble de las cosas que necesitaba.

Un minúsculo ejemplo de esta situación es comprar refrescos. “Mira, cómprame un refresco ahí”. No. Eso no funciona aquí. Hay una inmensa variedad de opciones. Veamos el caso de la Pepsi Cola. No sólo existe la Pepsi regular, sino que también hay: Diet Pepsi, Diet Lime Pepsi, Diet Caffeine Free Pepsi, Vanilla Pepsi, Diet Vanilla Pepsi, Wild Cherry Pepsi, Wild Cherry Diet Pepsi y unas nuevas que me quedé loca: Jazz Pepsi (que incluye los sabores: Straberries and Cream - asco -, Black Cherry and French Vanilla – asco – y Caramel Cream Cola...ascooooo) y el otro nuevo sabor: Diet Pepsi Max Invigorating, con vitaminas y minerales...qué miedo.

Y así es con todo. Es muy difícil. Me confundo, me desoriento, no sé qué quiero, no sé dónde estoy. Siento que el supermercado es un monstruo que me domina...que cierra a las tres de la mañana. Parece increíble pero yo he ido a hacer mercado a las dos de la madrugada...y al banco también.

domingo, 14 de octubre de 2007

Lo que veo

Never leave home without a camera in your hands.








sábado, 13 de octubre de 2007

El primer día

El despertador sonó a las seis de la mañana, pero logré levantarme veinte minutos después. Hacía frío. A esa hora San Francisco es una ciudad fría y borrosa. Tres dólares y quince centavos para montarme por veinte minutos en el Bart y bajarme en la estación de Montgomery. Recordé mi primer día de clases en la Ucab, hace ya un tiempo.

El semestre de verano es corto, así que preferí empezar con una clase: Directing Actors for Motion Pictures.

Para mí siempre ha sido un poco incómodo entrar a un salón el primer día de clase. Lo fue en la Católica, recuerdo que quienes son hoy mis mejores amigos, pensaban que era una tipa creída. Lo fue en New York cuando todos los estudiantes esperábamos en un pequeño cuarto a que nos llamaran por nombre para hacernos una entrevista. Y lo fue aquí también.

El salón era grande. De hecho, eran varios sets en el mismo lugar. Éramos pocas personas. Tres muchachos, uno de ellos me recordó muchísimo a los muñequitos gothic style de South Park, una chica y yo. Todo en silencio. A las ocho y treinta en punto entró un hombre no muy alto, blanco, de ojos verdes, con jeans, gorra hacia atrás y lentes de sol. “Good morning, kids. I´m your teacher. I´m supposed to teach this class. My name is Andy Ruben” (Ja, funny coincidence, I thought)

Andy es un hombre ya entrado en sus 50, aunque no parece. Dos cosas me llamaron la atención de este hombre: su cabello (largo, casi hasta la cintura, blanco hasta más o menos las orejas y a partir de ahí castaño muy oscuro) y su increíble parecido a Ed Harris, yo podría pensar que es su hermano gemelo.

Andy es un tipo con una gran experiencia en la industria cinematográfica. Los mejores profesores para mí son los que no creen tener la verdad en sus manos y los que te enseñan contándote lo que les ha tocado vivir en el trabajo, en este caso en el set.

Para mí era todo un acontecimiento. No importa lo alta que haya sido tu nota en el TOEFL, el miedito por estar iniciando algo tan grande, en un idioma que no es el tuyo, siempre intimida un poco. Pero cuando el primer día de clases tu profesor tiene problemas para escribir correctamente la palabra “aesthetics” en el pizarrón, tú sabes que inevitablemente todo va a estar bien.

“Oh, my God, I’m a writer and I can’t write” A partir de ese momento todo fue más sencillo.

Otras frases inolvidables de mis profesores en un primer día de clases:

“Guys, please don’t mix drugs and alcohol with film”
“No matter how hard you try, getting high is not gonna do it”

That’s pure gold.

Irse es como raro...

Al principio se sentía como unas típicas vacaciones. Hasta que los días no dejaban de pasar y me dí cuenta de que esta vez no iba a regresar.

Tanto tiempo planeándolo, tanto tiempo esperándolo, tanto tiempo cruzando los dedos y finalmente cuando pasa, lo menos que puedo decir es que irse es como raro.

Extraño a mi familia y a mis amigos, a la gente que quiero. Extraño mi casa, mi cuarto, mis muebles, mis cosas... Estar en mi apartamento era para mí lo máximo. A veces me pasaba los domingos en casa, sola. Me levantaba tarde, veía un par de buenas películas, leía, hacía ejercicios, me limpiaba mi cara (siempre probaba alguna nueva crema, preferiblemente con vitamina E) y disfrutaba simplemente asomándome por la ventana, con una taza de café en las manos.

Tanto tiempo esperando por esto y cuando finalmente llega es inevitable sentir una extraña melancolía cada vez que veo alguna foto, o cada vez que escucho alguna voz. A veces me pregunto: ¿qué es lo que realmente me espera?, ¿hacia dónde va mi vida?.

San Francisco es una ciudad espectacular. Para mí es como el little-gay New York´s cousin. Tiene un encanto que aún estoy descubriendo. La primera caminata que hice por la ciudad fue toda una experiencia. De pronto me encontré metida en una manifestación: "Get tested for Hepatitis C". Decenas de personas, de distintas edades, colores y tamaños, concientizando a la gente. Me uní a ellos. Grité con ellos. Avancé, avancé, avancé y me topé de frente con un hombre en sus 30´s, se me arrodilló con un cartel que decía: “Help me. I´m homeless”. A su lado una paloma cojeaba (algo que jamás había visto) en la esquina un hombre tocaba el saxofón, al mismo tiempo que un muchacho vestido de abeja cruzaba la calle y una anciana con un bastón se abría paso entre la gente.

Irse es definitivamente raro...